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domingo, 25 de noviembre de 2012

Las palabras construyen puentes

Adorable puente se ha creado entre los dos
En ocasiones sentimos que caemos al vacío, sobretodo cuando en el texto que vamos escribiendo con nuestras experiencias personales vemos que en lugar de puntos suspensivos lo que se viene apresuradamente es el punto final. Ese que nos indica que la historia ha llegado a su fin y que ya no habrán otras versiones de ese libro, más que la opción de comenzar uno nuevo.
Y es que así, en silencio, y sin explicaciones es como he terminado la mayor parte de mis relaciones: personales, profesionales, laborales, de amistad. Así, de la forma más sencilla, pero más dolorosa: en silencio.
Creo yo que el silencio es bueno porque en el queda la facultad de ser dueño del sentimiento sin tener que acudir a los efectos secundarios que quedan cuando se expresa lo que se siente. Pero también creo que no hay dolor más hondo y más prolongado que no decir lo que se lleva por dentro.
Retomo esta reflexión, más motivada por la intensión de exponer mis razones de porqué decir lo que nos aguarda en el corazón es más saludable, puede que no sea lo más discreto, pero seguramente las palabras pueden salvar una vida, sobretodo la de uno.
Desde el momento que me tope con Hermes, el dios griego de la comunicación, en un oráculo, decidí que las palabras serían como los puentes tan fuertes o tan debiles como quiera que sean.
Las palabras pueden ser como puentes construidos para pasar rapidamente de una situación a otra, como aquellos que se construyen con palos de madera y son temporales. Pero pueden haber puentes tan fuertes y vigorosos como aquellos que soportan alto tráfico, grandes cargas, son largos y duraderos.

Cuando se ama a alguien más vale construir puentes duraderos, con una excelente comunicación. Expersar lo que sentimos para darle fortaleza a las relaciones es fundamental sobretodo cuando entre punta y punta de ese puente esta la disntacia, la cual se hace más amigable y menos lejana cuando somos capeces de expresar lo que habita en el fondo del corazón.
Cruza al amor.
Yo cruzare los dedos...

Puente Gustavo Cerati

martes, 12 de junio de 2012

El coffee break, sólo cinco minuticos para el placer




Desde que pensé en la creación de este blog, lo hice inspirada en esas pequeñas pausas activas, en las que en ocasiones cambiamos de temas, cantamos, nos imaginamos cosas diferentes, hablamos con otras personas, como cuando salimos a una ventana y observamos un nuevo mundo.
Muchos de esos momentos los he vivido al lado de un buen café, por eso llamar "Coffe Break" a mi blog, no era otra cosa diferente que hacer un tributo a esos pequeños momentos que puedo describir con lecturas cortas, pero llenas de los sentimientos que me inspira la cotidianidad.
Hoy me encanta encontarme con este post que narra el mito y la historia de esos cinco minuticos destinados a la pausa para tomar café. El post me lo encontre en una de mis páginas favoritas y se puede leer aquí:




viernes, 13 de abril de 2012

Aire soy

Una idea, un continente una mirada, casi sin querer... 
Se me escapa se me nubla, no se acaba, casi sin querer. No hay nada ya!
Tocarte por dentro besar... No hubo y no habrá. No hay nada aquí ya 
Volarme y al tiempo volar...




Mucho estilo, mucha sensualidad, mucha elegancia hay en este video que recoge esencias de los 80´s pero en un lenguaje que solo un artista como Miguel Bosé es capaz de expersar. 


Par mí uno de los más grandes exponentes latinoamericanos, con un gran sentido por lo social y lo político. Uno de mis favoritos por siempre y para siempre. 


...Y la duda en sentimiento transformada, casi sin querer
No hay nada ya, tan bello es caer a tus pies 
No hubo y no habrá, no hay nada aquí ya 
¿De quién es el cielo, de quién?

Extrañitis



Y sí,  porque eres mi primer pensamiento en la mañana y mi mayor deseo en la noche
Porque me quitas el aliento
Porque me coges de la mano y me enseñas a caminar y a construir proyectos compartidos
Porque mi piel se eriza cuando me tocas
Porque mis labios se estremecen ante los tuyos
Porque mi corazón recuperó sus latidos
Porque mi razón sabe que eres tu la persona con quien quiero compartir mis días...


Puedo buscar mil razones más y las voy a encontrar porque fuiste el loco osado capaz de sacar a esta cartesiana de su propio plano 


Te extraño y quiero pronto tenerte cerca para siempre!!!

sábado, 31 de marzo de 2012

Los libros, Brasil y el amor


Cuando voy las ferias de los libros, me acuerdo de uno de los momentos más felices de mi vida: recorriendo el parque Santander de Bogotá a eso de las 10 de la mañana, comprando libros viejos, en una feria de libros usados, tomando un café, escuchando salsa, ya sin un peso en el bolsillo y al lado de la persona que más ha significado aprendizajes hasta el día de hoy en mi vida. 
Por eso cada vez que veo una feria del libro, una librería, un bazar... recuerdo que no se requieren de grandes cosas para ser feliz, sólo de pequeños, pero al mismo tiempo grandes momentos. 
Este año, la Feria del libro de Bogotá recoge en un sólo lugar dos de mis grandes pasiones: los libros y Brasil. 
Brasil, el país de la magia, del encanto, de la conquista cultural, de la diversidad, de la alegría... Adicionalmente este año mi cita con la cultura recoge un elemento complementario: El Amor. 


La Fería del libro más que un lugar para hablar de libros, es un espacio para hablar con los libros

jueves, 5 de enero de 2012

Re-encuentros



Sé que el camino que escoja
me llevará a un viaje sin igual
con senderos a apreciar
y obstáculos que enfretar...

Me caeré pero me levantaré
me lastimaré pero sanaré
porque sé que todo habrá valido la pena 
cuando haya llegado a mi destino
después de haber cruzado el camino que escogí: 
mi camino 


A veces nos pasamos mucho tiempo haciéndonos preguntas, elevando plegarias, buscando respuestas a situaciones que vivimos a diario y que con frecuencia nos dejan fuera de órbita y a veces sin explicación alguna. Esta reflexión nace como consecuencia a una charla que tuve con una de mis mejores amigas de la Universidad y que sin ser la persona que más frecuento, que más veo o con quien más hablo, hay en nuestra amistad una empatía tan inmensa que ha perdurado y se ha fortalecido con los años. 
Hacía mucho tiempo no tenía una charla tan sensata y tan llena de verdades como la que tuve con mi amiga, quien finalmente con las palabras más simples me hizo caer en cuenta de cosas obvias que uno lee, que a uno le dicen otras amigas, que uno intuye, y es que los seres humanos nos pasamos los días tratando de entender la vida y de refutarle las cosas que no pasaron como las planeamos sintiéndonos frustrados, a sabiendas de que la vida es perfecta y nos da y nos quita lo que merecemos en el momento indicado. 
Bien dicen por ahí que si no aprendemos una lección no podemos dar el paso para seguir en el curso siguiente y el destino nos pondrá la misma piedra tantas veces sea necesario hasta que aprendamos de la experiencia. 
Sólo hasta hace dos días yo estaba llena de muchas preguntas, y no es que ahora no las tenga, pero sólo de mi actitud frente a esas preguntas y más enfocada en el para qué que en el por qué, podre encontrar las respuestas que me satisfagan. 
Realmente fue una tarde diferente, un momento de esos que nos abren los ojos, que nos quitan las vendas para ver el abanico de oportunidades, el mundo es tan grande o tan pequeño como lo queramos ver, es un asunto de percepción, por eso ante las dificultades y los dilemas en los que nos vemos envueltos,  unos saben salir más rápido que otros del atolladero y continuar la marcha.
No hay que ir muy lejos para hallar las respuestas que buscamos, basta con saber bien que es lo que queremos y escuchar las formas como la vida se comunica con nosotros. Entendí entonces que esa charla con mi amiga no era una casualidad, sino la causa a ese torbellino de sentimientos que tenía represados y que por tanto las palabras de ella fueron como un bálsamo de aliento. No se requieren gurús ni guías, sólo se trata de saber interpretar ciertas señales, de  hacer lecturas entre líneas que en este caso fueron las palabras de mi amiga. 
Sigo teniendo dudas, pero está claro que resolverlas depende de mí y que enojarme con el destino es como empujar una pared que nunca se va a mover. Entonces he decidido que seré tan grande como mis pensamientos y que dejaré que la vida fluya y traiga hacia mí  todo lo que sabe que necesito y sé que entre tanto,  traerá las respuestas a mis dudas en los momentos adecuados. 







martes, 3 de enero de 2012

A la respuesta le cambió la pregunta


Si, la vida no es ni blanca ni es negra, es una concertación de matices que conllevan a ver el mundo en diferentes tonalidades, pero, ¿cuál es el punto intermedio entre la razón y la emoción que hacen que uno vea esas escalas de grises y no sólo los colores parcializados?

Creo que hoy me estoy debatiendo entre ese limbo que me impide ver el mundo en tonalidades y me estoy parando en posiciones radicales que en lugar de despejar mi mente la tienen nublada y llena de dudas y hasta de miedos. 

Cómo sabe uno cuando es el momento indicado para decir algo sin que sea prematuro o cuando se deben dar alas a las palabras si lo que una tiene en mente es abortar una posibilidad,  o peor aun cuando es necesario callar y dejar que el tiempo y el silencio sean un aliado. 

Definitivamente no logro ver los matices, sólo veo las posibilidades positivas y las negativas pero no veo los puntos intermedios. 

Ahora bien, empiezo a interpretar silencios, pero sé que no es un asunto de intuición sino de paranoia. Hay un alto nivel de infoxicación en cada cosa que pasa por mi mente, creo que suele suceder en personas con personalidades tan cartesianas como la que tengo yo. 

Quisiera más que nada en el mundo disfrutar de la duda y la ansiedad de esperar una respuesta a favor, pero por lo pronto veo que estoy estresada y me angustia la simple idea de imaginar que la historia que me estoy creando no es más que una novela de ficción. 

Ahora cuando soy yo la que tiene la respuesta ha cambiado la pregunta o peor aun ya no hay pregunta; entonces cuáles debieron ser esos tiempos de hablar, de callar o de escuchar...

Conclusión de esta marejada de sensaciones: que por estos días mi maquinita de la intuición se encuentra averiada