Buscar este blog

lunes, 26 de diciembre de 2011

Tacitas de café para mantenerse en pie

Así es como se acompaña una extenuante jornada laboral. Porque siempre hay una tacita de café para cada situación que llega con los gajes del trabajo

lunes, 5 de diciembre de 2011

El progreso sin desarrollo: la deshumanización de la especie

En el mundo pasan cosas a diario, se registran en periodicos, informes que  se emiten por los noticieros, otras  noticias ni siquiera se dan a conocer, pero por desgracia la mayoría de las cosas que pasan son situaciones tan perversamente malas que a veces por las cortinas de humo del consumo, el capitalismo, la modernidad o por la simple incapacidad de reflexión las asumimos como normales; pero hoy tristemente, las cosas que he visto y me han tocado el corazón me impiden ser positiva y por el contrario me obligan a sentir lástima de la humanidad. Esos acontecimientos que hoy me estremecen el corazón son en primer lugar la imagen del Jefe de la Tribu Kayapo, quien llora al recibir la noticia de la construcción de la tercera planta hidroeléctrica más grande del mundo en Brasil, lo segundo la venta de una enorme extensión de tierra de reserva forestal en la selva del choco colombiano para la explotación de madera para ser exportada a China y la tercera tiene que ver con la marcha en contra de las Farc y la liberación de los secuestrados en Colombia. 
Cuando estaba cursando los primeros semestres de mi maestría en Desarrollo, tuve la posibilidad de analizar los diferentes discursos que en torno a este concepto se han generado a lo largo, o mejor dicho en lo corto de 60 años, discurso que pronunciado bajo los objetivos del progreso luego de la postguerra llevó a los países a reconstruirse a costa del uso desmesurado de los recursos naturales y poniendo a competir a los países más pobres con las grandes potencias generando mayores niveles de desigualdad y de pobreza, desbastando el planeta y acabando con las culturas indígeneas y autóctonas sólo con el fin de homogenizar y controlar en una guerra incansable del más fuerte sobre el más débil, del más rico sobre el más pobre y donde finalmente no habrá ningun ganador, ningun vencedor porque esta manera desmedida del sistema no dejará con vida nada ni nadie. Pero mientras comprendía eso una profesora decía que el planeta es un sistema y todo cuanto en él existe cumple una función, es lo que otro autor llamaba la plataforma instrumental y quiere decir que el planeta no podría existir sin hormigas o sin abejas, pero en cambio el planeta no necesita la especie humana para vivir, entonces es cuando uno se pregunta, ¿cuál es el papel que cumple el ser humano en la plataforma instrumental y en el sistema de base biológica sobre el cual nos desarrollamos?
Es triste saber, que la especie humana es como el cáncer del planeta, un monton de células que se reproducen a gran escala y que el sistema biológico no es capaz de controlar porque su dinámica es superior y termina por afectar la armonía y el  normal funcionamiento de otros sistemas, de otras especies. El planeta es mucho más de lo que vemos hoy, los ríos se han secado, los bosques han desaparecido, los polos se están derritiendo, el aire esta contaminado, el clima ya no se autoregula, miles de especies animales han desaparecido y todo en un corto periodo de tiempo no superior a los cien años. Es triste que un planeta que existe hace miles de millones de años se este acabando en tan poco tiempo. 
Las culturas han desaparecido, las lenguas y dialectos han desaparecido, los modos del buen vivir y la relación del hombre con la naturaleza están a punto de morir, porque otras relaciones recién inventadas han cobrado más fuerza y requieren más espacio y más recursos y por tanto no importa llegar a una comunidad indígena, deforestarla, desplazarla, asaltarla y por último homogenizarla con la actual sociedad accidental modernizada, empastelada, enagenada. 
Tengo tristeza, por que hoy somos hijos de la tecnología, del capitalismo, del desbordado consumo, hoy queremos vivir como nos lo dictan los cánones de la publicidad, cada vez tenemos más cosas y nos sentimos más incompletos, tenemos más relaciones, pero ninguna es duradera, compramos más cosas y tenemos más carencias emocionales, adquirimos más casas pero destruimos los hogares, a sabiendas de que todo eso no son más que realidades irrisorias al servicio del capitalismo, un sistema tan vacío y tan sin sentido como los entes en lo que nos convierte, estamos al servicio del mercado sin darnos cuenta nos hemos vuelta una presa de él. 
¿Liberta? el concepto de la libertad está completamente desfigurado. Cada día es una amenaza, con un reloj que corre en contra, unos recursos que se agotan, unos seres humanos sin humanidad y la actitud para actuar es cada vez más débil. Ni yo misma sé que debemos hacer, a veces me dan ganas de salir y emitir un grito que le permita a los otros ver lo que esta pasando, porque se que muchos no son conscientes, ni siquiera se lo imaginan. No soy una salvadora, pero ver este panorama apocalíptico me llena de miedo, porque el fin de lo que hoy conocemos está más cerca de lo que imaginamos y aunque cada vez este tema está más en las agendas públicas, políticas, sociales, también creo que la pelea por lo poco que queda será más feroz que la que hoy presenciamos y para ser muy sincera no quiero estar viva para cuando llegue ese día.  

martes, 29 de noviembre de 2011

Efecto Polaroid

Estaba leyendo las líneas de un blog que suelo seguir y me tope con una lista de reproducción. Sé que fue creada para esa persona, la dueña de ese blog, supongo que con el fin de ponerle sonido a las palabras de su alma, pero yo curioseando me sentí atrapada por esas canciones. La lista de reproducción se llama "songs to be alone."

Mientras escucho las canciones puedo generar mis propios sentimientos, los que me despiertan esos acordes, que no sé si distan mucho de los sentimientos de la chica para quien fueron pensados; pero bien, entre canción y canción mis pensamientos se estimulan y se llenan de nostalgia. Recordé todo lo que pudo haber sido y no fue, en lo que soñé y no se realizó, en lo que pensé y el viento se llevó, en lo que dije y en piedra no se grabó... Los seres humanos tenemos una mañosa capacidad de magnificar el pasado, no entiendo por qué hay tanta predisposición a aferrarse a las cosas que extrañamos y que nos llenan de tristeza, es increíble que las personas seamos tan vulnerables y nos falten tantos afectos que con gran facilidad bajamos al lado negativo de la bipolaridad. 

Afortunadamente entre las canciones había una llenita de trompetas y voces que tarareaban lalalalala... de no ser por esa canción me quedo en el pozo negro, tratando de ver lo que ya no se ve. Acto seguido a la alegre canción, pensé en que todo es cuestión de perspectiva, de foco, de filtro... algo así como tomar una foto. Las cosas no siempre son como las vemos, sino como las queremos ver y eso es lo que hace el fotógrafo, preparar la composición para que todo se vea bonito, en armonía, con la mejor iluminación y presiona el obturador de acuerdo a la imagen que quiere capturar, por eso unas veces es rápida y otras lenta, unas veces abre el diafragma y en otras lo cierra, unas fotos las hace a mano y en otras se apoya en el trípode, unas las toma con luz natural y otras las ilumina. Finalmente comprendí que hay que ser como las polaroid, recordar siempre lo mejor del pasado, pero buscar la mejor manera de lograr los matices, los colores,las texturas, las velocidades que queremos en la vida. 

La lista de reproducción no ha parado, y suenan unas guitarras, un country de esos que evocan los viejos pueblos norteamericanos, pero que son poesía. Sé que todo evoca a estar sola, pero es que sólo cuando nos encontramos a nosotros mismos somos capaces de compartir el mundo con otros. La música fue como una banda sonora mientras escribía, pero los días deben ser como una fotografía con efecto polaroid. 

Les comparto la lista de reproducción http://8tracks.com/cookc3/songs-to-be-alone-to


lunes, 28 de noviembre de 2011

Time to Sleep

Volví al libro y leí: "nuestra cabeza es el peor lugar para perdernos"
- creo que compraré un atrapa sueños. -me dije y me puse cómoda para dormir nuevamente. 
Dormí sin dejar de pensar si algún día podré salir de aquel laberinto  antes de morir, aunque,  después de todo, es el laberinto de mi vida. 
                                                                                                                               Me la encontré por ahí. 



Los días se sienten turbios, por más que el sol resplandezca el aura gris de la tormenta que se avecina cobra más fuerza y no queda de otra que buscar un lugar para escamparse. Cuando el torbellino comienza a hacer sonar las hojas de los árboles y ellas comienzan a caer precipitadas sobre la hierba, entonces es que es hora de cerrar los ojos y dormir. 
El mundo corre demasiado rápido y yo no puedo ir a su velocidad. Lo he intentado,  he llevado mis últimos 27 años intentando vivir una vida acelerada, pero ya la mente está al borde del colapso y es tiempo de cerrar los ojos y dormir y dejar que sea Morfeo quien conduzca la nave de mis sueños, yo por ahora sólo quiero dejarme llevar. 
No quiero pensar, ya he pensado tanto y es que creo que ya no lo estoy haciendo bien, estoy dando vueltas en los mismos círculos viciosos y necesito una pausa. De este viaje al mundo onírico sólo espero una sola cosa: escuchar mi corazón, y cuando vuelva de ese viaje al otro lado del espejo, quiero vivir con libertad, abrir el corazón y permitirme ser feliz. 
Cuando pienso en que es tiempo de dormir, lo que hago es elevar un decreto para aquietar mis pensamientos, para alzar mi mi espíritu, para mirar el vacío y esperar que una señal se convierta en mi musa inspiradora. 


Se que hay un mundo afuera, pero primero debo encontrar algo allá adentro, algo que me devuelva la vitalidad que se requiere para enfrentar este mundo que queda en el lado más humano, sensible y realista del espejo, este lado que no es otra cosa que la vida misma. 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Bienvenido al resto de mi vida!!!



Normalmente cuando se aproxima la fecha de mi cumpleaños, mis pensamientos me hacen malas jugadas y comienzan las confrontaciones internas, sobretodo aquellas en las que miramos los indicadores que nos proponemos años tras año y en las que el semáforo nos pone en alerta roja porque estamos en deuda con la mayoría de nuestros sueños. Pero y es que en qué me he gastado tanto tiempo que aun no veo materializados todos esos propósitos que tenía indicados a determinada edad?


Bueno, por fortuna el día del cumpleaños ya pasó y pude hacer ese proceso de reconciliación en el que dejo de mirar la vida de manera cartesiana y comienzo a valorar esas otras cosas que sin ser planeadas han hecho que todo este tiempo sea un proceso de aprendizaje lo suficientemente valioso. Sí, valioso, porque es la vida misma con sus conspiraciones a favor y en contra, con los amigos que vienen y los que se van, con los sueños que se construyen y los que se desmoronan. Lo más importante es siempre tener algo que hacer, un sueño que seguir, una meta que alcanzar y una ilusión que nos recuerde que estamos vivos y que esto es un asunto que se logra con acción y no solo con deseo.

No importa cuantas veces nos hemos tropezado, es más no importa si aun no nos hemos tropezado lo que vale la pena reconocer es que se es joven sólo una vez, pero se tienen momentos de inmadurez siempre. 

No hay instrucciones para vivir, pero ahora que se me vienen los 30, que ya los veo cerquita, esta sería la lista que según la película mexicana "Efectos Secundarios" sería lo que habría que hacer. La compartiré hoy porque estoy segura de querer seguirla al pie de la letra y si es el caso me encargaré de que haya otro par de detallitos más. 

1. Haz una lista de todo lo que no te gusta de tí y luego tírala. Eres el que eres!!! Después de todo no es tan malo como te imaginas un domingo de cruda

2. Tira el equipaje de sobra, el viaje es largo. La carga no te deja mirar hacia adelante, además, jode la espalda. 

3. No sigas modas. En 10 años te vas a morir de la vergüenza de haberte puesto eso de todas maneras

4. Besa a tantos como puedas 

5. Deja que te rompan el corazón

6. Enamorate 

7. Date en la madre y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero, quizás no. Pero mientras lo encuentras, lo bailado ni quien te lo quita. 

8. Come frutas y verduras. de verdad! Vete acostumbrando a que no vas a poder comer porquerías toda la vida. 

9. Equivócate, cambia,  intenta, falla, reinvéntate

10. Manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. De verdad no pasa nada, sobretodo si no haces nada 

11. Prueba otros sabores de helados, otras cervezas, otras pastas de dientes.

12. Arranca el carro un día y no pares hasta que se acabe la gasolina.

13. Empieza un grupo de Rock, por qué no?? toma clases de baile

14. Aprende italiano

15. Invéntate otro nombre 

16. Usa una bicicleta 

17. Perdona, olvida, deja ir...

18. Decide quien es imprescindible 

19. Mientras más grande eres más difícil es hacer amigos de verdad y más necesitas quien eres sin que tengas que explicárselo. Esos son los amigos, cuídalos y mantenlos cerca.

20. Aprende que no vas a aprender nada, pero no hay examen final en esta escuela, ni calificaciones, ni graduación, ni reunión de exalumnos, gracias a Dios...


"Bienvenido al resto de tu vida"








viernes, 23 de septiembre de 2011

Yo no soy un vaso de papel


El asunto del consumo sostenible, más que un tema de moda se ha convirtiendo en un estilo de vida, pues cada vez son más las opciones que tenemos de ir generando cultura ambiental, mientras nos vamos dando gusto.

Es así como se ha venido promocionando "I am not a paper cup" un vaso de café blanco con doble recubrimiento de porcelana y tapa de silicona, que permite conservar la temperatura del café adecuada a los gustos de cada persona pero lo más importante es que puede ser reutilizada, cargada y llenada de café las veces que sea necesario y así poder desplazarse con el café al lugar donde queramos. 

Rescato la maravilla de este invento porque cuando llevamos nuestro propio vaso de café a todos los sitios podemos consumir las cantidades que queramos sin tener que mal gastar los contaminantes vasos de cartón que finalmente terminan siendo pequeños y hasta peligrosos porque transportarlos puede significar quemarse los dedos o regarse el café en la ropa.

También resalto lo valioso de llevar un vaso de café porque así vamos aportando a una vida que si bien esta ligada al consumo al menos busca opciones para minimizar los impactos ambientales, pues al reusar la tacita de porcelana estamos evitando consumir toneladas de papel por cada vasito que dejamos de usar.

Y finalmente me parece lindo el diseño y me llama la atención lo estiludo que puede resultar llevar mi propio vaso a las reuniones, a la oficina, a la universidad, consumir las cantidades de café que sean pertinentes para mí y estar segura de que va a permanecer en las temperaturas precisas pero sobretodo de que no me voy a quemar mientras me desplazo de un lugar a otro.

Yo ya tengo mi propio "im not a paper cup" y estoy feliz de poder llevarme mis gusticos y placercitos a todas partes y ser un poco más responsable con el medio ambiente 

jueves, 22 de septiembre de 2011

EL ÁRBOL ROJO

A veces el día empieza vacío de esperanzas...

Siempre he manifestado una enorme fascinación por los libros ilustrados sobretodo porque narran en lenguajes sencillos y con imágenes las cosas, los sentimientos y emociones que viven los niños, pero que crecen con cada uno de nosotros cuando nos hacemos adultos. 

Quizás por esto soy una convencida que los libros de ilustraciones no sólo tienen que ser destinados a públicos infantiles, porque yo los veo como otra manera de expresión, otra forma de contar con imágenes lo que a veces las palabras se quedan cortas en decir. 


En esta ocasión quiero referirme al Árbol Rojo, un libro del ilustrador australiano-oriental Shaun Tan,  en el que él,  por medio de una tímida niña representa los mundos que vivimos internamente las personas según las emociones. Y me impresiona su narrativa y sus imágenes porque me pone en el plano de lo personal cuando magnifico mis propios sentimientos, pues nada es más creativa que la mente humana que es capaz de llegar a otros universos, ponernos tan grandes como un gigante o tan disminuidos como los enanos, tan súper héroes o tan villanos, tan alegres o tan tristes.

Lo cierto es que los sentimientos no son ajenos a ninguno de nosotros bien seamos chicos o grandes, y los deseos de conseguir las cosas que queremos siempre se encuentran atravesados por situaciones que en ocasiones dan frustración porque creemos que no hay salida al laberinto.


El Árbol Rojo es mi recomendado por dos razones, la primera porque las ilustraciones son una ventana para aprender a leer en un sentido más amplio y crear múltiples relaciones entre el mundo que vivimos a diario, el que nos imaginamos, el de las imágenes y el de las letras,  y que esta no es una actividad exclusiva de los niños sino también de los adultos, pues  ya lo decía Einstein " El arte es la expresión de los más profundos pensamientos de la manera más sencilla"


Y la segunda razón, es aquella que va ligada a esos pensamientos que a veces nos derriban, que nos hacen perder las fuerzas, y nos desvían por infinitos caminos sin salida, pero que en últimas vale la pena no perder nunca la ilusión porque al final siempre llega eso que anhelamos con el corazón. 

Recomiendo visitar la página del autor: http://www.shauntan.net/


viernes, 16 de septiembre de 2011

A MIS AMIGOS

Cabe mencionar, por estos días en que la mayoría de las personas celebra efusivamente en Colombia el día del  "amor y la amistad", que ésta para mí nunca ha sido una fecha relevante, pues desde que tengo uso de razón, por lo general ese es el día en que menos comparto con los amigos o la gente que quiero. 



Pero en lo que si quiero ser precisa, es que amo la vida y el regalo más grande que me ha dado que son mis amigos. Algunos desde el kinder y hasta hoy siguen siendo compañeros fieles, que más puedo yo decir de esas personas que me han visto crecer, cambiar, desarrollar, definitivamente, que gran tesoro. 

También cuento con los amigos que me dejó la secundaría, los que me vieron cometer las más grandes locuras, los arrebatos de la adolescencia, las crisis de identidad, los primeros amores y desamores.

Los amigos de la Universidad, que grandes amigos son; el paso por la Universidad marcó el principio del cambio, ya son los amigos que te ayudan a creer, a construir, a emprender a alcanzar metas. De estos amigos me queda la experiencia, la manera de asumir responsabilidades de comenzar a vivir como una persona adulta. 




He tenido tantos puestos de trabajo, pero en cada uno de ellos he conocido personas en quienes he sembrado amistad y de ellos he aprendido el tesón, la fuerza para continuar, el sentido de pertenencia, las ganas de triunfar de hacer las cosas bien pero sobretodo de no pasar por encima de nadie, de respetar a cada ser humano con dignidad. 

Y hoy mis amigos de la maestría. Con ellos, las horas de sueño, las eternas lecturas, la afinidad por los temas de ciudad, pero sobretodo la fibra de los sentimientos, el amor por los demás, el respeto por la diferencia, la compinchería, el acompañarnos más allá del aula de clase y evolucionar. 


Así pues, que más allá de ser una fecha comercial, mis amigos son tan importantes hoy como cualquier día del año, son el regalo más grande mi vida, son los que me corrigen, los que me critican, los que me aconsejan, los que se ríen conmigo y hasta de mí. Los que me enseñan, los que me hacen reír y a veces llorar, pero sobretodo son la compañía incondicional. 

A los que he conocido en el colegio, la universidad, en el trabajo o por ahí,  gracias y siempre gracias por cada momento compartido y por hacer mi vida un poco más feliz!!!






martes, 13 de septiembre de 2011

PRINCESAS OLVIDADAS O DESCONOCIDAS


No hay nada más parecido a una princesa que una mujer real de carne y hueso, que trabaja para construir su propio palacio, que corre entre las selvas de cemento y se juega la vida por conseguir el amor verdadero, pero no el de un príncipe azul, porque las princesas reales ni besamos sapos ni nos gustan los príncipes azules.

Ya es hora de rescatar las historias de las mujeres verdaderas, de las que tenemos sueños pero que sabemos que para cumplirlos nos tenemos que levantar desde muy temprano. Princesas que nos enamoramos, pero que también nos han roto el corazón y lo tenemos llenito de curitas, pero aun así latente y dispuesto.

Atrás quedaron las impecables princesas de Disney, las que desde que éramos niñas se encargaron de mostrarnos la vida precisamente como no es. No culpo a ninguna otra mujer que haya llorado porque no ha encontrado un hombre perfecto que llegue montado en un corcel a rescatarla, porque ni modo, así fue como nos dijeron que iba a ser, a sabiendas de que en la realidad es tan diferente.

Yo me siento orgullosa de ser una Princesa, que ha logrado todas las metas que se ha propuesto, unas más rápido que otras y unos sueños se han convertido en otros, pero siempre he tenido una ruta marcada por los deseos y los sueños.  No me gusta eso de ser “olvidada” pero reconozco que a esta sociedad se le ha olvidado resaltar el valor de la humanidad y se descresta buscando lo que los medios de comunicación proponen, es decir realidades irrisorias.

Yo soy una princesa que sueña, que canta, que baila, que escribe, que ríe, que olvida cosas, que lucha, que llora,  que busca, que cree…
¿Quién conoce a la princesa Sapina?
¿Quién ha visto a la princesa Mirameh?
¿Quién se ha cruzado alguna vez en la negra oscuridad con la princesa de la noche?
¿Ha charlado alguien con la princesa Deletrea de Eritrea o contemplado cómo danzan al rededor del fuego las princesas Roma Romaní o Zazá de Zazu?
Cuarto de luna, Dorremí o Efímera de China, son muchas las princesas que viven escondidas en el fondo de un palacio o en el alto de una torre. Están tan bien ocultas, que algunas incluso han olvidado quienes son. Y, sin embargo, merecen volver a ser descubiertas. 
Secretos de palacio, rumores de pasillo, confidencias de gabinete, bosques encantados, enredos de tapadillo, animales de compañía, todo queda aquí explicado, expuesto,entremezclado. 
sólo hay que buscar, investigar y revolver para descubrir el mundo de las princesas olvidadas. Y ¿quién sabe? puede ser que alguien se reconozca en una de ellas. 
"Atención no debo olvidarme de pensar en que debo acordarme de recordar"
Princesa Amnesia.

Soñar es contarse historias que todavía no se conocen 

cantar es como colorear las notas
Bailar es como volar sobre el suelo
Las palabras viajan y cuando vuelven ya no se las entiende
un capricho no es más que una chispa de mal humor 
Enfadarse es empujar una pared que no se moverá nunca
No sonreír es como dejar de regar las plantas 
La noche es como un agujero en cuyo fondo se puede uno esconder
El ladrón es un mago al que nadie aplaude
El azar es una historia de final desconocido
los secretos están encerrados y su único deseo es escapar
Cuando olvido algo, es que una idea juega al escondite dentro de mí
El bosque es el jardín del mundo
Buscar sin saber quién es y estar segura, sin embargo, de reconocerlo

jueves, 7 de julio de 2011

Placercitos simples

En respuesta a: 
http://adictalcafeh.blogspot.com/2011_05_01_archive.html

  • Contemplar el atardecer
  • El sonido del obturador de una cámara análoga y del carrete pasando el rollo
  • Comer arequipe y chuparme los dedos
  • Sacar la mano por la ventanilla del carro para jugar con el viento
  • Pisar hojitas secas
  • Llenar una hojita con mi nombre
  • Entrar en una librería y pasar horas ojeando libros
  • Ver llover desde mi ventana
  • El sonido del msn en mi celular cuando tengo la certeza de quien lo escribió
  • Que un bebe por acto reflejo agarra mi dedo y lo aprieta con fuerza
  • Comer un cuadrito de chocolatina y dejar el resto para el día siguiente
  • Un abrazo largo y fuerte
  • El viento frío
  • Caminar descalza sobre la arena
  • Encender una varita de sándalo
  • Cebar un mate
  • El dolorcito de la aguja del tattoo penetrando la piel
  • Leer
  • Cebar un mate
  • meditar

El amor y el desamor en los tiempos del facebook


Por estos días en que la proliferación de las redes sociales atiborran a la gran mayoría de las personas haciendo que el 2.0 sea el más habitado de todos los estados de vida posibles, bien sea reales o virtuales, es evidente que el modus operandi de las relaciones sociales ha cambiado.

Tiempo atrás, cuando solo compartíamos el espacio físico con las personas, era común toparse con relaciones amorosas o de amigos mucho más  íntimas y porque no decirlo, más duraderas.

Hoy cuando toda nuestra vida está expuesta y sobreexpuesta en una red social o escondida en la nube informática, es más difícil garantizar la durabilidad de una relación y mucho más difícil lograr que la magia de los momentos íntimos, permanezcan.

A la hora de comenzar una relación de pareja un mínimo de 400 personas en minutos ya saben quién es tu novio o el chico con el que apenas comienzas, y si terminas ni hablar, capaz que para ese momento el doble de la cifra  ya sabe los motivos de la ruptura.No hay manera de que no se utilice la red social como un paño de lágrimas, donde los que apenas te conocen te dan una palmadita de consolación.

Más terrible aun es el hecho de encontrar o perder el amor por el ciberespacio, creo que a estas alturas ya más de uno  ha experimentado la decepción de toparse con los cuernos que  planto el novio porque hay que ver que "entre cielo y facebook no hay nada oculto".

Pero pienso que no solo es el hecho de romper, empezar o continuar narrando la vida privada por el facebook, sino también el hecho de que en las redes sociales nos volvemos más neuróticas, paranoicas, esquizofrénicas y bipolares.

Aprendemos el arte del ultraespionaje con tal de saber que está haciendo el ex, cuál es su nueva novia, qué sitios ha visitado, qué fotos han compartido, qué momentos han atravesado;  y a decir verdad, así no hay como elaborar un duelo, más que echarse al dolor por un gran rato. Y esto sin mencionar el montón de información compartida que queda en ese ciberespacio, ¿quién la va a bajar de allí?

Mejor dicho, si en cada red social estamos entregando nuestra vida privada al escrutinio público, cuando de desamores se trata quién va a separar los bienes compartidos, quién va a quitar las etiquetas, quién va a bajar las fotos, quién va a eliminar los comentarios.

Es básico, si antes al terminar una relación la discusión se centraba en quién va a quedarse con el carro, con la casa, con los libros, las películas o los discos, hoy más vale tener claro quién se queda con la computadora, la memoria, la cámara digital o cualquier dispositivo que almacene los recuerdos de la relación.

Para la muestra, les comparto un video que bien o mal relata lo complicado que se pueden volver algunas cosas en los tiempos del facebook. 

miércoles, 6 de julio de 2011

St Elmo, punto de encuentro




Por estos día y muy motivada por aquello  que algunos llaman la crisis de los veintitantos, me  llene de motivos para pensar lo difícil que es llegar al mágico mundo de la Universidad, conocer los amigos, vivir las experiencias extremas de la vida: la música, el sexo, las drogas, el alcohol, que sé yo, estas o más, porque cada vez son más las cosas a las que se enfrentan los jóvenes y cada vez son más vulnerables a cada moda.

Pero más que aprender a vivir la universidad, me quede pensando en lo que de verdad me parece más difícil y es salir de ella. Si, salir de la Universidad y actuar como si ya fuéramos grandes, adquirir compromisos financieros como si ya fuéramos grandes, asumir las relaciones de pareja como si ya fuéramos grandes, cumplir estrictos horarios laborales y las estrictas reglas de las empresas como si ya fuéramos grandes…

Huy viéndolo bien, creo que el paso por la universidad es una transición tan importante pero tan subvalorada que cuando salimos al mundo de los adultos, no somos concientes de que el tiempo de la universidad era el indicado para aprender a vivir la vida real como la viven  nuestros papás.

Y es ahí, en las calles donde de verdad se ponen a flote nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestros retos, nuestras verdaderas competencias, nuestros verdaderos conocimientos.

Ahora es cuando estamos en el mundo real,  cuando nos empezamos a precipitar porque hay que hacer especialización, maestría y doctorado. Porque posiblemente algunas piensan en el matrimonio y en los hijos, porque hay que escalar alto en la compañía para la que se trabaja. Y cierra una los ojos y hace una mirada retrospectiva y se da cuenta que la vida es muy corta, que el tiempo va muy de prisa y que pese a tantas maneras de vivir cada vida profesional o laboralmente siempre quedan las cosas simples: los amigos del colegio, los parceros de la universidad y por encima de todo lo demás la familia, el mismo bar, y los buenos recuerdos.

Eso, fue lo que sentí viendo St Elmo punto de encuentro, que nunca somos lo suficientemente grandes, que nunca estamos del todo listos, que siempre queremos estar más arriba pero que siempre van a existir los miedos, pero que todo eso hace parte de la experiencia de la Vida.

St Elmo es un clásico ochentero que me gustaría compartir con los amigos que me he topado al lado del camino y que pese a todo siempre siguen dando la marcha junto a mí.


"Cuando en el futuro haya que resumir la historia de los años 80 en varias películas, “StElmopunto de encuentro” será un documento a tener en cuenta, una película en la que se condensa la desesperanza y el desconcierto de la juventud de aquellos años, la generación que, en definitiva, gobierna el país, y por extensión el mundo, para bien y para mal" TCM. 


martes, 5 de julio de 2011

Qué culpa tiene la estaca de que el sapo salte y se ensarte

Definitivamente creo que hay cosas de la vida que requieren manual de funcionamiento porque eso de la intuición no me va del todo. Pues cuando creo que debo decir SÍ, digo No y cuando digo No, es cuando de verdad debería decir Sí,

Así pues, que  conforme a mi alterado sistema intuitivo es que me veo en la penosa obligación de reconocer que me equivoque, que cero y van siete y todavía no ha llegado la vencida, de seguro y con la octava siento cabeza.

Pero es que todavía me dicen, me advierten, me recontra advierten y sigo metiendo la cabeza grande por el hueco chiquito. Ya no sé si lo que siento es culpa o tristeza, pero lo cierto de todo esto es que cada vez los errores cometidos están cobrando más importancia.

Atrás quedaron las locuras, las canitas al aire, las aventurillas, porque hoy cada una de las anteriores es simplemente una huella, una marca, un estigma de esos que no te puedes borrar. Creo que en la medida en que una más crece,  cada cosa que hace cobra una responsabilidad igualmente grande. Lo malo de tomarse la vida a la ligera, es que la alegría de  las dos horas de hoy, son las tristezas de los siguientes tres o cuatro meses de mañana.

Pero bueno, dicen por ahí que más vale arrepentirse por lo que se hizo que por lo que se dejo de hacer y será mejor asumir una actitud de aprendizaje, pues de cada cosa que yo permita, yo y solo yo seré la responsable de que sea un asunto bonito o un asunto amargo, así que, haciendo alusión al mejor regaño que me haya hecho un amigo y que mejor describe mi terquedad: “qué culpa tiene la estaca de que el sapo salte y se ensarte” me despido recogiendo pedacitos de corazón que quedaron tiraditos por ahí… Los voy a recoger, aunque ya no estoy segura de si los quiera volver a juntar.  

PD: sigo pensando en que se le puede dar un chance a la amistad.

lunes, 27 de junio de 2011

Los amigos son como una taza de café



Hoy tuve la fortuna de recibir un regalo, una taza de café. Pero es que no era una taza común y corriente, era una taza llena de mucho simbolismo, una taza de café pensada para este blog,  una taza de café llena de sabor para darle dulzura a estas líneas, y en honor a esa taza de café es que se me ocurre pensar que los amigos son como una buena taza de café.

Una buena taza de café cae bien a cualquier hora del día, despierta los sentidos, da energías para continuar en las batallas laborales, quita el sueño y ayuda a soportar las noches de trabajo. Si estamos solos en un bar o un café nos hace compañía, si queremos leer un libro son los cómplices perfectos, si es un día soleado quita la sed, pero si hace frio nos calienta.

A veces el café cuando es amargo nos ayuda a ponernos serios y a la altura de las situaciones, pero hay ocasiones en que preferimos un café dulce que nos empalague las palabras.

La mayoría de mis buenos y malos momentos han sido al lado de una buena taza de café: cuando presento en mis juntas directivas, cuando expongo en la universidad, cuando tengo discusiones con la gente que quiero y hasta con la que no quiero, cuando simplemente tengo el pretexto de compartir algo bueno con alguien y hasta en las gradas del estadio mientras espero la salida de mi equipo campeón tengo un vasito de café.

No tiene un costo altísimo y sin embargo tiene un gran valor, no importa si viene en taza de barro, de plástico, de porcelana o de cristal lo que realmente importa es lo que tiene por dentro, y así son los amigos, siempre están a nuestro alrededor, en nuestros buenos y malos momentos, nos hablan cuando necesitamos alguna palabra, nos inspiran cuando necesitamos una musa o nos ofrecen su silencio cuando solo necesitamos compañía.

Los amigos al igual que el buen café tiene un valor altísimo y no importa cuál sea su presentación, lo que importa es lo que tiene por dentro.

“cuatro abrazos acompañan esta nota, cuatro abrazos que son la magia abrazistica”

Un mate y un amor

Mientras publico esta nota, me cebo un mate lleno de amor. Amor por la persona que más he amado y la responsable de que hoy el mate este siempre presente en mi vida. Así en cada mate también hay un poquito de esa persona a quien a pesar de los años y la distancia siempre amaré.


El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.

Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'. Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí.

El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambia la yerba!'.

Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'. Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir."

sábado, 25 de junio de 2011

Quiéreme, si te atreves


Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico, ¡qué gozada! Era lo mejor del mundo.

Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, la coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, ¡éxtasis!

Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas.

Mejor que la nocilla y los batidos de plátano.

Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio.

Mejor que los andares de Emma Pill, Mariel, la pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford.

Mejor que la cara B de Abbey Road, que los solos de Hendrix.

Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los tratos del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro.Todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson.

Mejor que Woodstock y las rages más orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Morrison y Castaneda.

Mejor que la libetad.

Mejor que la vida...

Quiereme si te atreves, Yann Samuell.